lunes

Los viajes de Gulliver

Con Viajes por varias naciones remotas del mundo, en cuatro partes, por Lemuel Gulliver, primeramente cirujano y luego capitán de diversos buques, el escritor irlandés Jonathan Swift (1667-1745) aportó a las letras universales un punto de obligada referencia y sabrosa degustación. Conocida posteriormente con el título más abreviado de Viajes de Gulliver, la novela ha sido objeto de más traducciones, reducciones, adaptaciones para dibujos animados, etc. más que muchas otras piezas de la literatura universal.


Sin embargo, mala inteligencia resultaría de su lectura si de ella sólo extrajéramos su rico anecdotario. Ciertamente, las andanzas y avatares del protagonista no son más que un pretexto del autor para expresar un inagotable cúmulo de reflexiones satíricas, comentarios oprobiosos y comparaciones ejemplarizantes, con los cuales pone en claro su posición de hombre de letras y apasionado partidario de la causa humana, en momentos en que un capitalismo mercantilista de naturaleza salvaje se encamina hacia la constitución de los grandes imperios coloniales de los siglos XVIII y XIX.


En todos los acontecimientos fabulosos que viviera Lemuel, siempre se advierte la declarada opinión del autor, quien no cesa de comparar las costumbres y hechos ejemplares de aquellos remotos países con las deplorables condiciones de la Europa de la época, y sobre todo con las de la Inglaterra imperial, que él mismo viviera en calidad de súbdito de segunda mano. Su propósito, loable y claramente justificado, tropieza, como la historia lo demuestra, con una obstinación en el yerro y una dolorosa antipatía por el equilibrio, dignas -desgraciadamente- de la catadura de los oprobiosos yahous, que encontrara Lemuel Gulliver en su último viaje.


No hay comentarios:

Publicar un comentario